El viaje al centro de la tierra
Pues...por lo menos a la entrada, direccíon núcleo de la tierra, eso me esperó, viajando al la península Snaefellsnes.El camino era largo y pesado, eso lo hubieran dicho seguramente los companeros a caballo de Jules Vernes, pero yo os digo, cogimos el coche y pasamos tranquilitos 300 km por el mar.
Y, en poco tiempo uno se encuentra en Snaefellsnes, y se sienta la fuerza mágica del glaciar Snaefellsjökull. Se dice que todos que lo ven, vuelven a este lugar. Pero todavía no se podía ver el glaciar… en su lugar, la población Olafsvik, que es la más grande de la península con sus 1000 habitantes. Excepto la pesca y el campo de deporte en el cual se encuentra la iglesia-aquí uno es aficionado de la táctica del „kick and pray“ en el fútbol- no había mucho que ver.
Siguiendo el viaje, habían ríos claros
y cascadas simpáticas que nos invitaron de vez en cuando a interrumpir nuestro viaje.
Y, por fin, se mostró el Snaefellsjökull, en un tiempo espléndido
Cerca de este glaciar impresionante, había una playa de sueño,
enmarcada por un acantilado negro
pareció una pequeña Oasis. Las huellas del agua parecían la fuente de vida de la playa.
Por cierto, el que ha viajado una vez de Alemania a los Estados Unidos por avión (claro, por avión!), ya ha visto esa playa, porque la ruta sobre el oceáno atlántico pasa exactamente por el Snaefellsjökull y la playa del oeste.
Este terreno abierto por la sequía es la prueba que no llovió hace 4 semanas y que el sol sigue quemando la tierra.
En Öndverðarnes, que es casi el punto el más al oeste de Islandiadem , hay un faro de mil colores que señala al los marineros el fin del mar.
del mismo modo, lo reconoció Colón en 1477, y hizo su última estación antes de su largo viaje al oeste.Colón dejó su huevo, sin embargo no se podía ver nada de Jules Verne. Ningún huevo, y ninguna otra cosa. Sin vacilar me fui a preguntar a las aves marinas, que nos mostraron una posibilidad de entrar.
Eso era más para amigos con plumas. Pero abandonar era imposible y después de una larga marcha trás un campo de lava, llegamos con Timo, que cogimos desde Reykjavik con nosotros, a un portal. Si no era un portal de otro tiempo, lo era por lo menos para el centro de la tierra.
Nuestra paciencia valía la pena „Viajero atrevido- (nosotros!)-, baja en el cráter del Sneffels Yocul, que la sombra del Skartaris acaricia antes del primer de julio, y llegarás al centro de la tierra.”Esa era entonces la entrada! Sin embargo nuestra exploración de las cuevas con la luz de una cámara resultó mala idea. Así no llegamos al núcleo en cambio tocamos el mineral achicharrate, vimos la oscuridad total y sentimos el aliento de la tierra
La segunda mala idea del día era de abandonar el camino señalado y de encontrarnos durante horas buscando el camino de la vuelta. En este paisaje de lava, cada cráter parece al otro y aunque los señales enmarcados del Snaefellsjökull perdimos el camino.
Pienso que cuando una mira esa imágen, reconoce muy bién la misión difícil de reconocer un camino hacia el coche.Una escalada al próximo cráter ayudó para entender y reconocer el camino, y volver sin problemas.
Mientras tanto eran las ocho y media de la noche y era tiempo de volver los 300 km a 101. Claro que habían algunas pausas. En el medio de la pampa se podía encontrar un parque de skate excelente que no usé por mi incompetencia.
Lo dejo hacer los profesionales así que el snowboard que es posible desde el glaciar.
Este tipo raro, medio ser humano y medio gigante Barður Snæfellsas, era uno de los primeros colonos de la península Snaefellsnes y dejó a su esposa en un glaciar. Cuando le dijeron que sobrevivió y que llegó a Groenlandia, se enojó tanto que mató a sus hijos y desapareció bajo el glaciar. A veces se puede escucharlo enojararse de modo que la tierra empieza a temblar.Y disfruté otra vez de la agua clara y fresca.
Qué refrescante! Después de la última mirada al Snaefellsjökull mágico
volvimos definitivamente en la ciudad, pero sin olvidar de decir adiós a Pickeldi y Frederick...
Espero que conozcáis las series del Sandmännchen (figura de cuento que arroja arena a los ojos de los ninos para que estós se duerman). Un fuego imenso nos esperó también en Heiðmörk, un parque nacional cerca de 101.
No penseis por favor: Qué vida tiene este tipo! Esos momentos de felicidad son raros en el campo duro del trabajo. No cuento del trabajo por la lógica razón que sería aburrido de leer. Por eso, un pequeño resumen: hacer los programas del otoño, preparar todo para las vacaciones de verano, organizar conciertos, presentarse al mundial, preparar cursos de alemán para la uni, escribir etc…!
Volvemos al fuego… que era una fiesta de barbacoa en Heiðmörk
y dónde saltaron algunas llamas. Solamente a esos chicos, les ha ido mal.
Los pescamos nosotros mismos! Se debe añadir al tema „Islandia- país extraño- que no se ve tan mal de aspirar el contenido de la nariz (lo siento, no sé como traducirlo de mejor manera!) durante la comida. Al contrario! Pero lo peor que puedes hacer aquí es limpiarse la nariz en el público. De verdad! No me lo podía imaginar al principio, pero cuando me limpié la nariz un poco más fuerte que habitualmente y que ví a la gente desmayarse a mi lado en el bus, comprendí que no era muy amable ni bueno hacerlo. Pero... seguimos con los acontecimientos del lago que nos invitó a grandes discusiones. Algunos prefieron jugar a la pelota hicieron así ejercicios para los muslos de la cara.
o entrenaron la región poca usada para divertirse
Por cierto, en el verano, todos los alumnos trabajan, no solamente en las fábricas o en jardinerías , sino también en las oficinas de correo y en la aduana en el sector de la búsqueda de drogas. Ahí se puede encontrar trabajo para alumnos!Otros trabajos estimados son los en la construcción- pero no los son para los vecinos. Gracias a los alumnos « muy bien formados », y obras delante de mi casa, no teníamos electricidad durante 3 días, y en 4 días de mi estancia en Islandia desapareció el agua, dos veces, me encontré en la ducha !Mucha espuma y poco de sequador !Para escaparse al terror de obras cotidianas, se debe levantarse antes y acostarse antes. Así queda tiempo de dejar calmarse el lago y volver a la casa.
Pero antes de dormir, tengo que contar una curiosidad.
Hans A.: Lo más importante es Hansa, el resto no me interesa. Así, no se puede pasar del pasado. Tampoco en Islandia. El océano se muestra de su mejor lado y el Snaefellsjökull saluda de lejos.
Qué bonito!
Y, en poco tiempo uno se encuentra en Snaefellsnes, y se sienta la fuerza mágica del glaciar Snaefellsjökull. Se dice que todos que lo ven, vuelven a este lugar. Pero todavía no se podía ver el glaciar… en su lugar, la población Olafsvik, que es la más grande de la península con sus 1000 habitantes. Excepto la pesca y el campo de deporte en el cual se encuentra la iglesia-aquí uno es aficionado de la táctica del „kick and pray“ en el fútbol- no había mucho que ver.
Siguiendo el viaje, habían ríos claros
y cascadas simpáticas que nos invitaron de vez en cuando a interrumpir nuestro viaje.
Y, por fin, se mostró el Snaefellsjökull, en un tiempo espléndido
Cerca de este glaciar impresionante, había una playa de sueño,
enmarcada por un acantilado negro
pareció una pequeña Oasis. Las huellas del agua parecían la fuente de vida de la playa.
Por cierto, el que ha viajado una vez de Alemania a los Estados Unidos por avión (claro, por avión!), ya ha visto esa playa, porque la ruta sobre el oceáno atlántico pasa exactamente por el Snaefellsjökull y la playa del oeste.
Este terreno abierto por la sequía es la prueba que no llovió hace 4 semanas y que el sol sigue quemando la tierra.
En Öndverðarnes, que es casi el punto el más al oeste de Islandiadem , hay un faro de mil colores que señala al los marineros el fin del mar.
del mismo modo, lo reconoció Colón en 1477, y hizo su última estación antes de su largo viaje al oeste.Colón dejó su huevo, sin embargo no se podía ver nada de Jules Verne. Ningún huevo, y ninguna otra cosa. Sin vacilar me fui a preguntar a las aves marinas, que nos mostraron una posibilidad de entrar.
Eso era más para amigos con plumas. Pero abandonar era imposible y después de una larga marcha trás un campo de lava, llegamos con Timo, que cogimos desde Reykjavik con nosotros, a un portal. Si no era un portal de otro tiempo, lo era por lo menos para el centro de la tierra.
Nuestra paciencia valía la pena „Viajero atrevido- (nosotros!)-, baja en el cráter del Sneffels Yocul, que la sombra del Skartaris acaricia antes del primer de julio, y llegarás al centro de la tierra.”Esa era entonces la entrada! Sin embargo nuestra exploración de las cuevas con la luz de una cámara resultó mala idea. Así no llegamos al núcleo en cambio tocamos el mineral achicharrate, vimos la oscuridad total y sentimos el aliento de la tierra
La segunda mala idea del día era de abandonar el camino señalado y de encontrarnos durante horas buscando el camino de la vuelta. En este paisaje de lava, cada cráter parece al otro y aunque los señales enmarcados del Snaefellsjökull perdimos el camino.
Pienso que cuando una mira esa imágen, reconoce muy bién la misión difícil de reconocer un camino hacia el coche.Una escalada al próximo cráter ayudó para entender y reconocer el camino, y volver sin problemas.
Mientras tanto eran las ocho y media de la noche y era tiempo de volver los 300 km a 101. Claro que habían algunas pausas. En el medio de la pampa se podía encontrar un parque de skate excelente que no usé por mi incompetencia.
Lo dejo hacer los profesionales así que el snowboard que es posible desde el glaciar.
Este tipo raro, medio ser humano y medio gigante Barður Snæfellsas, era uno de los primeros colonos de la península Snaefellsnes y dejó a su esposa en un glaciar. Cuando le dijeron que sobrevivió y que llegó a Groenlandia, se enojó tanto que mató a sus hijos y desapareció bajo el glaciar. A veces se puede escucharlo enojararse de modo que la tierra empieza a temblar.Y disfruté otra vez de la agua clara y fresca.
Qué refrescante! Después de la última mirada al Snaefellsjökull mágico
volvimos definitivamente en la ciudad, pero sin olvidar de decir adiós a Pickeldi y Frederick...
Espero que conozcáis las series del Sandmännchen (figura de cuento que arroja arena a los ojos de los ninos para que estós se duerman). Un fuego imenso nos esperó también en Heiðmörk, un parque nacional cerca de 101.
No penseis por favor: Qué vida tiene este tipo! Esos momentos de felicidad son raros en el campo duro del trabajo. No cuento del trabajo por la lógica razón que sería aburrido de leer. Por eso, un pequeño resumen: hacer los programas del otoño, preparar todo para las vacaciones de verano, organizar conciertos, presentarse al mundial, preparar cursos de alemán para la uni, escribir etc…!
Volvemos al fuego… que era una fiesta de barbacoa en Heiðmörk
y dónde saltaron algunas llamas. Solamente a esos chicos, les ha ido mal.
Los pescamos nosotros mismos! Se debe añadir al tema „Islandia- país extraño- que no se ve tan mal de aspirar el contenido de la nariz (lo siento, no sé como traducirlo de mejor manera!) durante la comida. Al contrario! Pero lo peor que puedes hacer aquí es limpiarse la nariz en el público. De verdad! No me lo podía imaginar al principio, pero cuando me limpié la nariz un poco más fuerte que habitualmente y que ví a la gente desmayarse a mi lado en el bus, comprendí que no era muy amable ni bueno hacerlo. Pero... seguimos con los acontecimientos del lago que nos invitó a grandes discusiones. Algunos prefieron jugar a la pelota hicieron así ejercicios para los muslos de la cara.
o entrenaron la región poca usada para divertirse
Por cierto, en el verano, todos los alumnos trabajan, no solamente en las fábricas o en jardinerías , sino también en las oficinas de correo y en la aduana en el sector de la búsqueda de drogas. Ahí se puede encontrar trabajo para alumnos!Otros trabajos estimados son los en la construcción- pero no los son para los vecinos. Gracias a los alumnos « muy bien formados », y obras delante de mi casa, no teníamos electricidad durante 3 días, y en 4 días de mi estancia en Islandia desapareció el agua, dos veces, me encontré en la ducha !Mucha espuma y poco de sequador !Para escaparse al terror de obras cotidianas, se debe levantarse antes y acostarse antes. Así queda tiempo de dejar calmarse el lago y volver a la casa.
Pero antes de dormir, tengo que contar una curiosidad.
Hans A.: Lo más importante es Hansa, el resto no me interesa. Así, no se puede pasar del pasado. Tampoco en Islandia. El océano se muestra de su mejor lado y el Snaefellsjökull saluda de lejos.
Qué bonito!